Cuando salí de trabajar me pidió Pepe, un amigo:
-Edwin, por favor, recógeme mi móvil de la tienda y dámelo mañana.
-¿Tú no puedes recogerlo?- le pregunté
- No, ¡el jefe no me deja ni descansar!- Exclamó Pepe muy furioso.
Entonces le hice aquel favor, me acerqué a la tienda y cuando llegué había una muchacha.
-Hola, buenas tardes ¿Te puedo ayudar? –preguntó aquella chica.
-Sí, quiero recoger este móvil –le contesté
Cuando salí de la tienda me fui a la estación de vuelta a casa. Mientras, aprovechaba, y jugaba con el móvil, que por cierto…. ¡vaya móvil! le tuvo que costar cerca los 200€.
Llegó el tren, me subí, y estuve sentado al lado de un hombre mayor.
-Señor, ¿dónde están los servicios?- le pregunté.
-Al fondo a la derecha.- me respondió
Y ahí pasó lo que menos te puedes imaginar: el móvil de mi amigo Pepe se me cayó al váter y rápidamente metí la mano, pero se me quedó atascada…
-¡Por favor, ayuda! –grité muy fuerte
A la media hora vinieron los bomberos, tuvieron que sacar el váter y para colmo el móvil se estropeó…. ¡menuda bronca me echará mañana Pepe en el trabajo!
Verónica Bobillo Virtudes
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